Cuando se anunció el inicio del proyecto cinematográfico de Warcraft, uno de los videojuegos con más usuarios en el mundo, confesamos que no sabíamos si serían capaces de exprimir la esencia del juego y sobretodo, si serían capaces de acercarse visualmente al mismo.
Sin demasiadas expectativas puestas en ella, nos acercamos a ver la película al cine y confesamos que salimos gratamente sorprendidos y con muchas ganas de que consiga la recaudación necesaria para una segunda parte.
Nos relata la historia de cómo el pacífico mundo de Azeroth tendrá que hacer frente a una guerra contra una invasión orca, quien busca un nuevo mundo donde vivir. Al abrir un portal que conecta ambos mundos se iniciará un conflicto que podría acabar con la extinción o la destrucción de ambos bandos.
Warcraft es una película dirigida por Duncan Jones (Moon, Código Fuente) y con un reparto encabezado por Travis Fimmel (a quien todos vinculamos con su papel de Ragnar en la serie Vikings) quien se enfunda la armadura de Anduin Lothar, un irreconocible Toby Kebbel como el orco Durotan, Ben Foster como el guardian Medivh, Paula Patton como la mestiza Garona y a la pareja protagonista de la reciente serie del Predicador Dominic Cooper como el regente Llane Wrynn y Ruth Negga como la reina Lady Taria.
La banda sonora de la película corre a cargo de Ramin Djawadi, quien ya empieza a tener un grado alto de exigencia después de sus excelentes trabajos al frente de Juego de Tronos o Pacific Rim. Personalmente, creemos que consigue darle la épica necesaria a la película y sí será una de esas bandas sonoras que se añadirán a nuestra extensa colección. Por si teneis curiosidad por escucharla, en spotify está el álbum completo, cuyo enlace es el siguiente: https://open.spotify.com/album/1sPM7Tn95VHElwAs8Cwp10
Otro de los puntos a destacar del film es su ritmo. Pasan cosas continuamente, e incluso para espectadores que nunca hayan jugado al videojuego y no tengan ni idea de la mitologia que lo rodea, está muy bien explicada, haciendola accesible para todo el mundo. Las batallas son salvajes y no peca del típico mareo de cámara mientras suceden, como sí ocurre con Transformers, por poner un ejemplo.
La ambientación de la cinta está más que lograda, los efectos especiales que la rodean son
espectaculares, han logrado recrear los paisajes, los orcos y los animales que habitan este mundo. Los magos brillan con luz propia cuando lanzan sus hechizos, las armas, las armaduras están a la altura de lo que solicita la cinta. En nuestra opinión el reino de Azeroth está muy bien recreado y tenían un reto muy complicado por la cantidad de CGI invertido.
Además han tenido que utilizar el software de reconocimiento facial utilizado en películas como Los Vengadores para Hulk, ya que con prótesis no tenían la misma expresividad los rostros. Esto lo podemos apreciar en la primera escena donde aparece Durotan con su esposa. En ILM desarrollaron una nueva tecnología para el pelo (al que llamaron HairCraft), los colmillos (que bautizaron con Tusk Deformer y en el que Pixar se vió involucrado) y los músculos (que nombraron Muscle Meter).
Wei Wang era un fan de World of Warcraft que llevaba varios años enviando ilustraciones del videojuego a Blizzard. Su calidad era tal que fue contratado para la película con el fin de ayudar con el diseño de los personajes.
Cada clan orco que se muestra en la película tiene su propio rasgo distintivo (colores de ropa, si las armaduras son de madera o metal, accesorios de pelo o hueso ..) y se inspiraron en tribus reales para recrear los 52 tipos de orcos que aparecen. Por supuesto, también tuvieron que crear el idioma orco.
Para la captura de movimiento se usó una cámara especial con los actores y se tuvo cuidado de intentar grabar cada escena en una sola toma. Posteriormente se añadieron los efectos especiales y el movimiento.
A través de la cámara especial podían modificar aquellos aspectos necesarios sin necesidad de volver a grabar la escena, algo que ahorraba mucho trabajo y permitía que se pudieran recrear las mismas
escenas desde otras perspectivas con mayor facilidad.
Para ayudar con la percepción de los movimientos propios de los orcos, los escenarios se decoraron con objetos como puertas gigantes. Como podéis imaginar poder finalizar una escena les ha llevado varios meses de trabajo.
Aunque ha llegado con 10 años de retraso ya que Blizzard vendió los derechos a Legendary Pictures en 2006 finalmente ha conseguido ver la luz y después de ver su buen funcionamiento en la taquilla asiática probablemente tengamos asegurada una segunda entrega.
Nosotros desde luego iremos a verla, esta primera entrega la hemos disfrutado muchísimo. Quedamos a la espera de la edición en bluray para ver la edición extendida, que se comenta traerá 40' extras de metraje.
Nuestra valoración: 8.5 / 10
Os dejamos unas imágenes de las comparativas de las caras de los orcos con los actores reales que les han dado vida:
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