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miércoles, 9 de marzo de 2016

Las películas del ayer

Cuantas veces no hemos echado la vista atrás y nos ha venido a la mente alguna de aquellas películas que vimos en nuestra infancia, y hemos recordado con cariño aquellas sensaciones o sentimientos que nos despertaron en aquel lejano día.

Nos llegan a la mente los que fueron nuestros escenarios favoritos de aventuras y acción,  increíbles efectos especiales que por entonces nos dejaban con la boca abierta. Los más osados recuerdan esas primeras cintas de terror que le dejaron más de una noche sin dormir, rebuscando entre las sombras los culpables de más de una pesadilla. A otros, esas escenas que tanto nos impresionaban y recreábamos en el patio del colegio con nuestros amigos.


Y cuantas veces, después de tanto nostálgico recuerdo no nos hemos decidido, y tras mucho buscar y rebuscar en el baúl de los recuerdos, hemos encontrado aquel clásico que de niños tantos momentos divertidos nos regaló, y aprovechando un momento de tranquilidad nos abandonamos a ese ataque de melancolía y revisionamos la película... Para finalmente arrepentirnos de ello.

Desgraciadamente no todos de aquellos clásicos de nuestra infancia han sabido llevar bien el paso de los años. Puede que fueran mediocres películas, tuviesen un mal argumento, efectos especiales de risa o malos actores de los que nunca más se supo, pero vista con los ojos soñadores de un niño, y mitificada con los bonitos recuerdos que fuimos acumulando con el paso de los años, en más de una ocasión nos hacen llevarnos un chasco al volver a ver aquel film, que claramente a los ojos de un adulto pierden toda la magia.

Afortunadamente, siempre hay excepciones, maravillosas películas para las que no parecen pasar los años y al volver a encontrarnos con ellas nos vuelven a llevar a aquellos maravillosos años, recordándonos esos pensamientos infantiles que nos sobrevenían con las mejores escenas.

Tengo un claro un ejemplo de cada caso, La Princesa Prometida, codo un clásico de aventuras con su gran historia de amor y frases tan míticas como la de “Me llamo Íñigo Montoya, tú mataste a mi padre, prepárate a morir”, pero que al volver a ver, desvelan sus grandes faltas de dirección, la superflua historia del abuelo contándole un cuento a su nieto, la pésima banda sonora y todas esas limitaciones que de niño no llegué a ver.

Por el contrario tengo Willow, otro mítico film de aventuras, acción y fantasía que pese a unos anticuados efectos especiales, no consiguen romper la magia de la película que ya nos enamoró de pequeños, y ya desde el minuto uno, al son del tema principal de James Horner, nos lleva al pasado para volver a hacernos disfrutar de su maravillosa historia.

¿Y vosotros? ¿Cuáles han sido vuestras experiencias?

Fran
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5 comentarios:

  1. Un claro ejemplo de un caso parecido a este me pasa con La Historia Interminable. Mi consejo, dejadla en la nostalgia y releeros el libro.

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  2. Gracias, tomo nota! En cambio doy fe que Regreso al futuro se puede volver a disfrutar :)

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  4. Hay muchas que se pueden disfrutar: Alien, blade Runner, star wars, incluso dentro del laberinto...que si que se ven los muñecos de Jim henson...pero molan

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  5. Que películas tan buenas! Yo sigo disfrutando todas y cada una de ellas de la misma forma que las disfrute el primer día.

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