A estas alturas, todo aquel que siga
mínimamente lo que se cuece en la industria del videojuego ha oído hablar o ha
visto algo de la cada vez más famosa saga Dark Souls.
¿De qué trata el juego? ¿Qué mecánicas tiene?
¿Qué lo hace tan amado y tan odiado a partes iguales?
En este artículo hablaremos de la saga, de
sus orígenes y de todo lo que la rodea.
La compañía responsable de Dark Souls es From
Software, un estudio que está lejos de ser nuevo en la industria ya que poseen
una larga lista de juegos con exitosas sagas como King’s Bounty, Armored Core o
Tenchu.
La saga Dark Souls nace de un juego exclusivo
de Playstation 3 llamado Daemon’s Souls, el cual durante su desarrollo fue
supervisado por Sony.
Inicialmente Daemon’s Souls no contemplaba su
salida en occidente, pero tras obtener un inesperado éxito, llegando a ser uno
de los juegos elegidos para el premio a la excelencia en la feria Japan Game
Awards 2009, la distribuidora Atlus decidió publicarlo en América y poco
después Namco y Bandai anunciaron su publicación en Europa.
El éxito que tuvo el juego a nivel mundial hizo que From Software se decidiera a desarrollar un nuevo juego, esta vez sin la supervisión de Sony, y por tanto sin exclusividad. Sería el sucesor espiritual del mencionado Demon’s Souls, el cual originalmente iba a llamarse Project Dark y que acabó llamándose como actualmente lo conocemos, Dark Souls.
Lo primero a destacar es que se trata de un
tipo de juego que va dirigido a un público muy concreto y es que la Saga Dark
Souls requiere de una gran habilidad con el mando, no hay una historia
claramente definida que te guie en el juego y el morir se paga muy caro.
Esto al principio desconcierta, y a medida
que vas muriendo, tu paciencia comienza a agotarse. Sin embargo, cuando consigues
pasar de donde estabas atascado, sientes una gran satisfacción y esto, es uno
de los puntos fuertes de la saga. Saben hacer que el jugador se sienta
orgulloso con cada reto que supera.
Según sus creadores, la dificultad que
caracteriza a la saga, no era el objetivo que perseguían como tal, sino que lo
que siempre han buscado es evocar la sensación de logro. Que el jugador cuando
es capaz de matar a un jefe final después de muchos intentos, se vea
recompensado por su hazaña con un gran orgullo a la vez que adquiere cada vez más
habilidad.
Cualquier jugador que se adentre en el
universo Dark Souls por primera vez, hasta llegar al primer jefe final, habrá
muerto un buen número de veces, pero después de derrotarlo, si comienza una
nueva partida, se dará cuenta de que es capaz de llegar a él y derrotarlo
prácticamente sin morir.
Esto es así por el propio diseño del juego,
los enemigos aun siendo siempre igual de difíciles, siempre están en el mismo
sitio, y sus patrones de ataque son siempre casi iguales. De esta forma el
jugador, cada vez que pasa por el mismo sitio, sabe a qué atenerse, y puede
adaptar sus ataques y movimientos a lo que está por venir.
Los puntos de guardado, unas hogueras de
huesos con una espada clavada en el centro, se encuentran al principio de cada
zona, o si son zonas muy grandes, pueden tener alguna intermedia, pero casi
nunca cerca de un jefe final. En estas hogueras, es donde el jugador recupera
sus frascos de curación, rellena totalmente la vida y se cura de cualquier
estado alterado. Pero por contra, al usarlas, todos los enemigos de la zona, a
excepción del jefe, vuelven a reaparecer.
Los juegos de la saga Dark Souls son de tipo RPG
de acción y se nota desde el primer momento, ya que, al comenzar una nueva
partida, podemos personalizar nuestro personaje dándole apariencia, nombre,
género, profesión y objetos de inicio. Siempre hay que tener en cuenta que hay
profesiones que son mejores para los principiantes que otras. Siendo, por
ejemplo, caballero una de las más adecuadas, dado que comienzan con bastante
vida y hacen un daño considerable.
También hay que tener presente que, al subir
de nivel, debemos ser nosotros los que elijamos que atributos subir y esto
afecta directamente al comportamiento de nuestro personaje. Puede darse el caso
en que, destinar pocos puntos en fuerza y llevar una armadura pesada hará que
el personaje se mueva muy lentamente, o si tiene poca resistencia, se agotará
tras dar un par de golpes de espada convirtiendo el juego en una perfecta pesadilla,
eso sí, una pesadilla que habremos personalizado nosotros mismos.
El principal recurso que puede usar el
jugador para mejorar al personaje y el equipo, son las almas. Estas almas, las
dejan caer todos los enemigos del juego al morir. Este preciado recurso, es el
que creará más de una situación de tensión si no vamos con cuidado, debido a la
mecánica de muerte que tiene el juego.
La mecánica de muerte en la saga, es dura y a
veces incluso frustrante. Al morir, pasan varias cosas. La primera es que
volvemos automáticamente a la última hoguera que hayamos visitado, habremos
perdido todas nuestras almas y los enemigos que hayamos matado habrán resucitado.
Con lo que, si queremos recuperar nuestras almas, no nos quedará otra que hacer
de nuevo todo el camino hasta donde hayamos muerto y recogerlas del suelo, pero
si volvemos a morir antes de recuperarlas, dichas almas se perderán para
siempre.
El juego cuenta con un mundo abierto, el cual
podremos recorrer libremente, siempre y cuando las puertas estén abiertas, pero
si no vamos con cuidado, podemos meternos en una zona, donde los enemigos nos
matarán con un par de golpes. A medida que vamos avanzando podremos ir abriendo
varios atajos que conectan diferentes zonas del juego, que facilitan la
movilidad por el mundo y la exploración del mismo.
Dark Souls posee unas curiosas mecánicas
multijugador. Por un lado, están los mensajes que nos iremos encontrando en el
suelo por todas las zonas, los cuales son dejados por otros jugadores, con el
objetivo de indicarnos un peligro, una zona oculta, o para engañarnos y que
hagamos algo como saltar por donde no debemos. Por otro lado, está el tema del
juego cooperativo, en el cual, para jugar con alguien, basta con que usemos
unas señales que dejará la gente en el suelo. La contrapartida a este singular
modo, es que es bastante difícil jugar con amigos, a no ser que quedéis
expresamente en un lugar concreto y estéis atentos a cuando y como ponéis la
marca de invocación.
Por último, el PVP, se ejerce de forma muy
distinta a otros juegos, ya que mientras estamos explorando, o luchando, otro
jugador puede invadir nuestra partida para intentar matarnos. El ganador, se
quedará con parte de las almas del otro, y el invasor volverá a su propio
mundo.
La saga Dark Souls es una saga fascinante,
desafiante y llena de emoción que no te dejará indiferente. Pondrá a prueba
nuestra destreza con el mando, nuestras ganas de explorar y nuestra paciencia.
Si no estás habituado a juegos tan difíciles, al principio puede ser
frustrante, pero la satisfacción resultante de avanzar después de haber fallado
tantas veces es algo que muy pocos juegos actuales saben transmitir de la forma
que lo hacen los juegos de la saga Dark Souls.
Aprovechamos para recordar que Dark
Souls 3 sale el próximo día 12 de abril y es que en el Hangar ya estamos
ansiosos por aventurarnos de nuevo en el universo Dark Souls con el último
título de la saga.
Israel Mora & Xus Abad
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